Algo especial se respiraba el miércoles por la tarde en Villa de Mayo. Es que por primera vez en casi 100 años se jugaría en ese sede un partido nocturno por los puntos. Así fue la preparación previa de los jugadores de la Menores de 17 y de la gente que se acercó para ser testigos de una nueva página en la historia de CUBA.

El resultado, aunque anecdótico, contribuyó para que fuera una noche inolvidable. En la cancha Dumas, ante Champagnat, la M-17 ganó por 35 a 19, que le permitió sellar la clasificación para la zona ganadores. A pesar del frío –fue la noche más áspera en lo que refiere al clima del año–, CUBA dominó las acciones desde el principio; ahí hay que resaltar el trabajo de los delanteros que siempre sometieron a sus rivales.

La fórmula para doblegar la defensa de Champagnat se repitió en tres oportunidades: line, maul y try. La pareja de medios cubana, integrada por Benjamín Gutíerrez O´Farrel y Eduardo Catanneo, fue fundamental en la construcción del triunfo. Sobre el cierre el colegio marista reaccionó, pero no le alcanzó para revertir el encuentro. CUBA dominó el partido en su totalidad y nunca peligró el resultado del marcador.

La M-17, que entrenan Ignacio Ayanz, Joaquín Aleman, Francisco Zamboni, Joaquín Miguens, Francisco Chiappe y con Felipe Argerich como manager, escribió así una nueva gesta en la extensa y sobresaliente crónica cubana.

Agradecemos la colaboración del consocio  Jota Ayerza para realizar esta nota